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viernes, 26 de noviembre de 2010

Las mujeres que quieren ser amadas


No se como llego a pasar, estábamos tan bien y al otro instante nos vi discutiendo el uno contra el otro, como en un juzgado desmembrando nuestras faltas pasadas y insistiendo por la custodia de la verdad, ella se levanto de la cama para recordarme mis insignificantes aportes a una relación que sustento con esfuerzo… mientras que los gritos se escuchaban hasta mas allá del las ventanas del apartamento de ese séptimo piso, los vecinos hablaban y chismorreaban acerca de mis aventuras pasadas de las cuales ellos mismos se hacían espectadores en noches de luna llena, y criticaban a esta pareja de idiotas quienes presentábamos un espectáculo.

No hay televisión por cable en estos apartamentos tan humildes de este lado de la ciudad y nuestras disputas y las de muchos otros inquilinos eran la única fuente de entretenimiento.

¿Quién podría detener tan justificados chismorreos de Graciela, la vecina? ¿O de la pareja Yonk, que vivía enfrente? Esos asiáticos mal vestidos y tan escandalosos con sus humos, se atrevían a criticarnos… la verdad la única razón por la que todo esto pasa por mi mente en este preciso instante es para apartar mis pensamientos de “ella”… veía claramente su boca moverse y expulsar ofensas graves a mi virilidad y llamando a su madre para que buscara sus cosas y la sacase de nuestro hogar al que llamo “pocilga”. Con su tan corta bata de seda negra que apenas llegaba a cubrir remotamente esas perfectas piernas que ahora no me provocaban la menor atracción, supongo que al contar tan repetidamente las pecas de su espalda me dibuje un mapa imaginario de ella… y ese tesoro donde tantas veces había indagado ya, no me atraía mas que como compañerismo a lo rivalizado adornado con peleas cotidianas… y ella seguía discutiendo

Tirando mi ropa al suelo, pidiéndome una explicación a algo que francamente no entendía por completo, tomo mis cuadernos y libros y los lanzo por la ventana, mis fotografías y mis relatos aun sin publicar en aquella revista que nos sustentaba en una época tan desesperada para el desempleo, y sus lagrimas mojaban el piso donde hasta hace unas noches aun hacíamos el amor, solo me quedaba pedir perdón hasta que ella llegara a calmarse, aun cuando no recuerdo y lo juro, no recuerdo porque estábamos paliando.

La sujete con mis brazos y le pedí un descanso a la ira desenfrenada, la bese y ella se propuso a darme una cachetada decisiva en un momento así…
Y así es como lo recuerdo… cuando desperté ella estaba sentada entre el desastre en que quedo nuestro apartamento con el labio inferior sangrando, con las lágrimas secas.

¿Acaso llegue a golpearla?... no, yo nunca haría algo así, “yo la amo”, era una escena un poco gris para nuestro aniversario… por dios que estúpido claro que era eso!
Hoy es nuestro aniversario, ¿como llegue a olvidarlo? Fue por esa pelea tonta de la que ni siquiera recuerdo el motivo, me pregunto si ella sabrá que día es hoy, después de todo siempre me lo recuerda.

4 comentarios:

  1. Tu tambien escribes realmente bien!! me gusta mucho tambíén tu blog.
    La verdad esque me sorprendio un montón tu comentario .. porque basicamente tienes razón en lo que dices , sobre lo que escribo vamos .. pero bueno ya seguirás leyendo y ya lo irás viendo .. =)
    A veces tengo la sensación de que dejo ver mis sentimientos claramente y pienso que eso a veces no es bueno ..

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  2. Dios....he de reconocer que me ha encantado este relato, me ha enganchado desde el principio y tiene sus sorpresas y su sentido.
    Enhorabuena, has sabido crear un relato que se amolda a la realidad, cuano hay hombres que golpean, y ni siquiera se dan cuenta

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  3. increíble, realmente cualquiera puede reflejarse en tus palabras. enhorabuena

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  4. No se si este Blog siga activo, pero lo encontré en Internet y me gusto lo que dice aquí arriba, wow, me hizo recordar muchas cosas. Para ser exacta peleas de las que tuve con mi novio, ex, amigo (ya no se que es de mi en estos momentos)Me hizo recordar una noche la cual discutíamos por una infidelidad de parte de el, si yo dije muchas ofensas, si le pegue, pero en nada se comparaban mis golpes que los golpes de el hacia mi, cuando esa noche larga acabo, mutuamente nos pedíamos perdón y no dejarnos jamas. Yo pude perdonar eso, pero el nunca x que después de 1 año aun el lo sigue reprochando, inicio una relación (de la infidelidad por la cual discutimos) y aun sigue ahí, pero no quiere, ni puede dejarme, por que, si el nunca perdono? sera que acaso es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor?? saben y yo solo quiero sentirme ama por el.

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