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domingo, 25 de septiembre de 2016

Mientras llueve (Part. 1 Gotas de Agua)

Hay gotas deslizándose por la ventanilla de un restaurante casual de la ciudad, mientras que en mi mesa, posicionada al lado de la misma, diviso la lluvia de verano y le encuentro ritmo a los truenos que desembocan al compás de las gaitas marabinas, una tarde gris en un restaurante casi vacío… casi... De no ser por mí que me entretengo con mi libro del “Amor y Prejuicio”, una anciana que lee un magazine deteriorado y una pareja que discute desde antes que yo llegara para esperar.

De nuevo esperando por ella… Es mi estado natural desde que nací, esperar por ella aun antes de conocerla. Quedamos en aquel sencillo restaurante para la 1 de la tarde… Está de más decir que ya el reloj marca las 2:30 y su celular está apagado… que irónico e irracional para un aparato portátil cuya función es ubicarte … claro a menos que seas ella, que lo usa como decorativo para su cartera e incluso es del mismo color del monedero.

La camarera es guapa… me ha servido ya 2 vasos de agua y 3 tazas de café., cabe destacar que odio el café, pero me cuesta decir que no a una propuesta amable. Por ello me he limitado por esta última hora a leer una y otras vez el menú entre páginas de mi libro.

-Yo le recomendaría el sufflé de plátano… (Inesperadamente  susurra la camarera desde atrás de mi silla)

Doy la vuelta lentamente y algo extrañado.

-Muchas gracias…eh... ¿Ana?... (Leo de reojo su gafete que resalta en el delantal)

-Anastasia… (Su largo cabello  castaño cubría la mayor parte del gafete y ella lo descubre  delicadamente mientras acaricia su cuello producto del cansancio de la jornada y continúa…) disculpa la molestia... Es solo que llevo un tiempo viéndote desde la barra y has debido mirar el reloj al menos 30 veces.

-27 de hecho… (Interrumpo como comentario farsante) disculpa, es una mala maña.

Ella se sonríe de manera natural, probablemente este aburrida ya que no hay mucho movimiento en el restaurante y vio en mi un entretenimiento espontaneo... Sentimiento consensual y perfectamente sincero y natural.

-Creo que te tomare la palabra Ana…

-Puede decirme como desee guapo, eso viene incluido en la propina… (Me interrumpe irreverentemente, levantándose hacia la cocina)

Al cabo de unos minutos llega con el platillo caliente recién preparado y se sienta a mi lado con cuidado de que la supervisora no la pillase.

-Sé que te encantara- Alardeo sonriente jugando con su cabello y mordiendo la comisura de sus labios rojos que resaltaban su caucásico y perfilado rostro y sus ojos cafés.

Pasamos una grata Hora conversando sobre su vida... (Algo aburrida sin ofender)  ya que yo suelo simplemente evitar detalles de la mía hacia extraños… Obviamente estaba mucho menos desesperado que ella, pero eso ojos cafés y esos lindos pechos que se asomaban por el delantal no eran algo tan fácil de ignorar  para un hombre en un día de lluvia… o bueno… para cualquier día de hecho.

Criticamos tantos detalles de la pareja de la mesa de en frente… desde el cliché del chico gritón y altanero hasta el de la chica hipster callada e intolerante; su discusión había llegado a un punto en el que ya no comían ni se gritaban simplemente estaban en silencio tomando café, hasta el inevitable momento en el que él se levantó y marcho azotando la puerta del lugar y ella, más que triste, se encontraba aliviada y gustosa de al fin poder tomar su café en paz.

-El amor es complicado (Menciona Ana)

-No… (Respondo) Los complicados somos nosotros… dándole nombre a lo innombrable

-¿Disculpa? (Ana me pregunta acomodándose en la silla y afincando su rostro en la palma de su mano en signo de extrañes mientras yo continúo hablando)

-Amistad… Amor… Compañía… Le colocamos nombre a todo y a veces no sabemos dónde estamos parados, cada categoría tiene permisos especiales los cuales exigimos sin saber las limitaciones sentimentales del otro.

-¿Sentimentales? Los hombres mezclan los 3 con sexo dudo que eso sea tal cosa como una limitación.

-Pues si (Respondo un tanto engreído y sonriente) el sexo es una necesidad fisiológica... por otra parte el interés es una condición mental que abunda más en el género femenino.

-Tú piensas en sexo y yo soy interesada… suena hasta poético (Discute)

-Si… (Respondo sin más)

-Acéptalo, abrázalo y serás feliz con alguien,  o bueno…

-Hasta que te enamores (Responde rápido la inquietante camarera)

-Sí... (Susurro)

-¿Eres escritor cierto? (Pregunta ella con interés frunciendo el ceño.)

-¿Por qué lo dices?

-Porque hablas como escritor…

Extiende su brazo mientras toma de mí  y utiliza el bolígrafo del delantal para escribir su número en la palma de mi mano (Otro cliché) y una vez terminado de hablar  y aun escuchando relámpagos  de la lluvia que no termina de cesar le hago una simple pregunta…

-Ana. ¿Tú?... ¿Estás interesada en mí?

-¿Por qué?  ¿Tú lo estás en mí? (Responde acercándose mientras mira mi boca y mis ojos intermitentemente esperando una respuestas precisa…)

Y me digno a responder con sinceridad.

-…

                                                                                                                                                                                                                                                         Continuará… 

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