En su mente esta el mundo y esta ella ella puede exhibirse al mundo Mostrar su extraña naturaleza Pero eso no quiere decir que pertenezca a él, ni que siquiera le agrade la idea.
Ella pregunta a su madre como nació, y ésta se queda sin palabras Llenara su curiosidad con lo que sea que haya a la vista “Los bebes son traídos al mundo por Dios” Un extraño ser que no se ve pero no es fantasma ni ángel
Dime que clase de animal eres y te diré si le agradarías o no ella cae de su bicicleta y vuelve a levantarse ella se parte las piernas cada vez que intenta correr la luz del sol es la misma aquí adentro y no hace falta salir
Son sus pensamientos tristes los que la están matando ella tiene huesos de porcelana que no le dan valor alguno a su cuerpo la hacen una muñeca rota
Ella lee “pinocho” todas las noches quiere ser como él… La madera es más fuerte que la carne quiere ser una niña de verdad
Y sus únicas hadas portan agujas Que mantienen su sangre fluyendo que cicatrizan más rápido sus heridas Que implantan morfina directamente a su sistema nervioso
Ella muere cuando respira por cada aliento que se le escapa por cierto se llama Samanta y aunque no lo crean… es feliz.
Visualizo en el horizonte un par de balsas casi hundidas…
provenientes de alguna orilla de cuba, en la que un par de mujeres despidieron al amor de sus vidas… es un sujeto de color pronunciado con un par de andrajos encima, que se atreve a surcar el mar en busca de libertad sellada en pasaportes de agua.
Le faltan algunos metros para lograr besar la tierra, pero aun no tiene la cara de felicidad que han tenido otros en su lugar… carga con otra balsa agarrada de brazos, amarrada a lo que queda de su crucero de goma y madera… una niña pequeña que a penas logra respirar acostada entre los remos de tubos improvisados, una roca tropieza empujando la balsa hacia atrás desde donde el sujeto carga a la niña y me la da en brazos suplicándome agua y comida para su pequeña, ofreciéndome billetes de algún país extranjero que puedo asegurar no valía ni los zapatos con suela gastada que cargaba en ese momento….
Se dirigió a su bote desgastado y procedió a tomar rumbo de vuelta a la dirección….
-¡Oye!!! ¿A donde vas? Ya eres un hombre libre
No alcanzo a responder mis gritos cuando callo destrozado por la travesía… esa noche en mi hogar tuve el privilegio de compartir mi cena con el invitado, donde me hablo de su esposa y su hija que lo esperaban al otro lado de la frontera marina en los terrenos dictados. El prometió que regresaría a buscar la otra parte de él, el resto de su familia, aun estando dormida la menor de sus hijas, bulto de su protección personal durante estos días de viaje, me pidió que la cuidara.
Intente desviarlo de la locura por unas cuantas horas...Donde le aclare que su libertad y la de su hija menor era un hecho seguro y que un pacto suicida seria regresar a danzar con los peses…
Aquel sujeto lloro dejando su plato sin terminar, sin siquiera haber terminado su bebida, solo se levanto y se dirigió hasta el mueble donde le ofrecí las primeras noches que pasaría aquí.
En la mañana prepare el desayuno he invite a la niña a sentarse en la mesa… pero nunca encontré a su padre por mas que busque en la casa, y mi bote de remos con el que salía a “pescar” tampoco pintaba entre mis cachivaches.
Volvió por el resto de su libertad… que lo esperaba al otro lado de la línea roja, el horizonte hace mucho no da entrada a sujetos como èl, y esa pequeña niña no guarda recuerdo de la oportunidad que se le regalo.
Un hombre sin dios ni nombre… que nunca regresara a la orilla
Llévate mis dolores a donde no pueda verlos
Total ellos te alimentan en tus tiempos de depresión
Llévate la firma que dejaste en mis cheques en blanco
Y hasta el último cabello de la almohada mancillada
Llévate tus manchones de sangre menstrual del colchón
Y tus CDs de música intelectual y costosa
Llévate tu guitarra con los trastes viejos
Y no olvides tus millones de zapatos
Llévate todas las fotografías
Me limitare a los recuerdos en blanco y negro
Llévate mis moretones en el cuello hechos por tus labios
Y también las lagrimas secas de la toalla café
Y mis mentiras encadenadas a tu piercing
tanto como mis pecados tatuados en la alfombra
Dáselos a dios al salir
Y dile que no venga a escuchar mis plegarias hoy
Llévate todo pero quédate a mi lado
No mandes al asilo mi pequeña inspiración
Ni uses tus jeringas para mis venas estrechas
No te vayas…
Llévate el silencio que esta esperando abajo
Y llévate mi amor y mi corazón contigo
Me quedare solo en el apartamento
Y por favor cierra la puerta…
Tengo que aceptar que hacia tanto que una pequeña reunión de amigos significaba tanto para mi, y con Natasha tan hermosa por la fantasía nocturna que siempre me ha servido de afrodisiaco… la veía como una diosa entre todas.
Mujeres ya he tenido por alboroto de hormonas, y mi virginidad hacia mucho que no pintaba derechos entre mi vida mas clandestina y apasionada. Pero ella no era la piedra con la que se toparía mi zapato entre el disfrute de las delicias femeninas, ni un orgasmo más de los que consideraba yo como copas de vodka escoses.
Ella era otra cosa… incluso su nombre me impulsaba a tomar ideas apasionadas repentinas, de las que no tengo la intención de hablar. “Natasha”…. ya la he besado tantas veces que mis labios se frotan entre si cuando la ven buscando calmar las ansias de su cuerpo, y aunque está entre mis brazos desde hace ya un par de semanas, no encuentro forma de aburrirme de ella ni de olvidarla con otras curvas morenas.
He estado tan perdido en el lunar de su hombro izquierdo que me obliga a deslizar mis manos hasta donde la privacidad de una mujer consciente me pone muros necesarios (al menos en público)
pero me canse de ser ignorado por la gente sin que me importe un comino.
-Subamos por unos momentos, quiero mostrarte algo…
Le susurre al oído a eso de las 3 de la mañana, y ella se veía poco optimista a llegar a la soledad absoluta con un tipo como yo, con una reputación de no dejar improvistos mis deseos.
A veces me pregunto que impulsa a una mujer a dejar a un lado las virtudes de complejos de moral anticuada, y echarse a la completa disposición de un hombre que acaba de conocer hace días… Es difícil entender la compleja mente femenina cuando se trata de tomar decisiones instantáneas.
Las escaleras se hicieron cortas… a pesar de que no había ingerido una sola gota de alcohol esa noche. No recuerdo con precisión cuanto nos demoramos subiendo, entre tres escalones por beso improvisado, con tanto desespero parecía que nos dirigiéramos a hacer el amor en un lugar privado
¿Será esto lo que ella pensaba?
Llegamos a la puerta de la terraza, desde donde pude montarla en un muro cubierto por el cielo. Para aquel que si ha vivido y ha visto un cielo nocturno a esas horas de la madrugada, puede estar a mi favor de que es notablemente cierto que Dios existe.
¿Cual seria la diferencia entre un beso y hacer el amor justo ahora?
En ese momento cualquier y quiero decir “cualquier” acto, se regocijaría de ser fuente de placer incontrolable…
“No hay mucho que pueda ofrecerte que no tengas ya… entre la vida y el romance solo he pasado de a puntillas, para conocer los dolores que les deparan a los corazones enamorados, pero justo ahora… cuando no parece haber nada imposible, me atrevo a reconocer que te amo… y no puedo vivir pensando que deje escapar la oportunidad de conocer a quien nunca debió acercarse a mi. De ser feliz por locura del corazón ciego”
Solo podía ofrecerle el cielo que podría compartir conmigo en esa única noche…
Y como de costumbre, las palabas no hallaron lugar entre mi declaración a luz de luna. Solo lagrimas…
¿Lagrimas de felicidad?
Hace tanto que no las veía…
-Abrázame fuerte (me dijo)
No había estrellas esa noche, en que parecí débil de nuevo, en que deje a un lado los escudos de dolor que asechaban.
Solo la luna nublada y espesa, acompañada con lo que parecía ser niebla de lagrimas dulces, solo nosotros y ese paradigma plateado alumbrando nuestro abrazo húmedo… hasta el momento en el que me miro a los ojos y me dijo las dos palabras que odio…
Y de repente no se veian tan malas…
Ya para cuando las mesclo con sus labios y un beso… Empece a disfrutarlas.
Que extraña es la vida de un hombre enamorado…. Hay cielos que nunca deberían amanecer.
Pero el reloj sigue andando, y mis latidos me vuelven viejo.
Mira en el espejo el reflejo Y toma la llave de justo sobre el mesón Hace sonar la caja de música Y mira como el reflejo cambia
Su alma va pasándose al otro lado Escuchando las melodías en miniatura Y toma el cepillo de plata… Para barrer las sendas de su cabello
Mechones de cabello en el piso Tropiezan con la luz de la ventana En sus ojos negros y vacios Puede ver su vida perdida
Es solo una mujer sin sueños Solo un cuerpo sin llama latente A la cual ni las arugas le interesan lo suficiente Como para apartar su mirada del espejo
Con un rosario quebrado La fe es cuestión de agallas ajenas Que lloren los demás por ella Pues ella esta seca por dentro
Puede sentir al alacrán negro Consumiendo lo que queda de sus órganos Y ni los químicos meticulosamente implementados Hacen la gran diferencia
En el espejo parece tan bella… Tal y como era de joven Cuando aun estaba viva Y no era un simple reflejo.
Hay cosas que nunca cambian… Y otras que nunca existieron. Pero en el espejo todo parece lo mismo. Quizás por eso continua viva
La fe se vuelve renuente entre las trecheras del pabellón numero 11… El frio congela las botas de la pequeña Ana que mira aterrorizada como sus padres hacen filas para entrar al terreno baldío de las afueras de la ciudad. Donde los soldados, si, esos demonios armados con palancas de metal forjado que distorsionan el aire con estruendosos estallidos de pólvora…. Ellos están juzgando a los residentes
Si naciste entre doctrinas de agasajadas fiestas “paganas” de adoraciones a velas e incienso, eres uno más de los cadáveres tirados en el barranco aun antes de entrar por la cerca…
Bien podrías negar tu proceder, cambiar el nombre de tu dios y seguir viviendo con migas de pan y agua embarrada con cenizas,
¿Que sentido tendría morir por un ser invisible?
Te permitiría jubilar tu vida terrenal con algo de dignidad, el mantenerte firme a creencias que según lo que muchos dicen, forman parte de tu ser.
La gente de color ya ha sido acribillada y su sangre esta esparcida por el muro, así que mi tierno fluido rojizo no destacara entre los charcos de los muchos aquí presentes…
¿Quien recordara mi nombre?
Cuando mi esposa e hijas están a tan solo unas 20 personas detrás de mi… unos máximos 8 minutos les doy para reunirnos.
No hay forma de escapar, ni posibilidad alguna de aceptar los mandatos de un autoproclamado “señor de la guerra y el hambre”
Míralo allí sentado en su pedestal… un ser humano cualquiera, que se agasaja de violar el concepto de paz he igualdad. Ni mi vida valdrá el mantenerme sumiso al “demonio en botas de cuero”
La pregunta se escucha aun antes de pararme junto al panadero, el pintor y el barbero.
Una oración es nuestra respuesta… y abro la orilla de mis parpados que se comprimen con fuerza mientras repito el nombre del señor… El ultimo estruendo que escuche esa tarde, fue el mas bizarro y satisfactorio de todos.
Un grito que se hace susurro mientras todo oscurece y caigo al piso.