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martes, 26 de abril de 2011

Éxtasis sonoro




Parece que Morfeo se quedo dormido esta noche, y no termino su trabajo en mi…
Pero no importa, puedo sentir como la guitarra se estremece cuando el aire de brisa fría se entrelaza alrededor de la caja, y la resonancia me permite escuchar como la misma noche toca el instrumento, despojándome de la necesidad de deslizar mis dedos por las cuerdas para escuchar melodía alguna…

Empiezo a componer de ideas aleatorias que me colman la cabeza en esta soledad tranquilizante, reposando en el balcón del piso número 12 justo enfrente de aquel hotel de mala muerte donde estaba seguro los amantes escuchaban mis canciones en tonos armónicos y psicodélicos.

Esto me inspira, el tan solo estar yo aquí, haciendo concierto a la clandestinidad de noches que no existen, a supervisar y dar a aliento el tan vulgar frenesí de infidelidad y daños ajenos, daños de los que estoy orgulloso no tengo nada que ver.

Y las notas de un piano de cola viejo (puede notarse por el sonido y la afinación discreta) atraviesan las paredes de la vecina de al lado y llegan hasta mi balcón acariciándose con las notas de la guitarra…

-Es nueva la señorita en el edificio

Sino sabría que solo yo he podido romper el silencio de la media noche con mi música.

Pero no me molestó, puesto que era inevitable maravillarse con las melodías de tristeza que reflejaba…

Era hermosa y aun no he visto su rostro ni escuchado su vos. No lo se, solo se que era hermosa

Deje de tocar, era obvio que mi instrumento no podría más que deleitarse por el maravilloso sosiego del suyo. Y solo escuche… escuche toda la noche su música fúnebre y romántica que hasta incluso a mi llego a llenarme... hasta quedar completa e inevitablemente dormido.

Desperté exaltado por la mañana ruidosa de la ciudad y me dirigí inmediatamente a tocar la puerta del apartamento de al lado, el cual estaba completamente vacío,con solo un viejo y empolvado piano que había dejado la anterior inquilina del lugar, con casi todas las cuerdas rotas y nótese que tenia años sin ser tocado…

Me hice cargo de la restauración del piano y lo puse en mi sala pequeña pero suficientemente dichosa para hacerlo notar… y lo toco cada noche de luna como hacia meses atrás, jamás lograre el sonido que escuche aquella media noche de pascuas, pero que más da… aun seguiré esperando.

7 comentarios:

  1. Esperar, ¿y si no qué?
    Siempre esperamos algo, bueno, malo, neutro, pero algo
    ¿Me dijiste que tocabas la guitarra? ya me gustaría que me hicieras un concierto y saber como salen las letras (en este caso musicales) de ti
    Besos guapo y gracias por tus palabras, me alegra que te haya gustado mi pequeña historia, pero si es que eres un encanto

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  2. HOLA EDUARDO
    MUY ROMÁNTICO RELATO, SOBRE TODO PORQUE EL PIANO ES UN INSTRUMENTO QUE FASCINA... LO MISMO QUE EL VIOLÍN...

    ME ENCANTAN TUS MANERAS DE MEZCLAR LA FICCIÓN CON TU LADO SUBJETIVO, TU "YO" QUE SE VISLUMBRA... EN CADA PALABRA.

    TE FELICITO
    BESITOS
    CARIÑOS MUCHOS

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  3. Siempre son los mas dispares amores los mas fuertes :)
    Asi pues que siga de esta manera Edu!

    Un abrazo compañero!

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  4. La espera y no espera, es como el protagonista al piano, sin lograr "esa" melodía.

    Saludos, Eduardo.

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  5. Hola Eduardo. Es verdad lo que dicen en los comentarios anteriores, siempre esperamos, a veces sin saber qué...pero esperamos, y desde luego el amor es lo que más nos moviliza.
    Hermoso post.
    Gracias por comentar en uno de los míos.
    Un abrazo fuerte

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  6. Las notas del piano poseen ese embrujo fascinante y sugestivo de la espera y la no-espera.

    Muy hermoso relato Eduardo...

    Beso

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  7. Sabes Eduardo en tus entradas he logrado captar un gran amor, pero por sobre todo la fidelidad, el no construir la dicha sobre la desgracia de otros,ni estrategias predeterminadas, simplemente una lealtad profunda al yo, a estar y es que siempre el que siente de esa manera, se entrega, lo da todo, aunque sepa que entre melodías, espera...

    Precioso.

    Mis saludos y un bello fin de semana.

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