
“El cielo extraña… siente y llora”
Ella… “el mar” dedicada a la caridad de fluir, fresca e insuperable en ternura y profundidad.
Enamorada de la luna, que estremece su cuerpo completo, obligándola a subir de tono su éxtasis en las noches mas lujuriosas….
Cautelosa, hermosa y penetrante… rabiosa, contenida y apasionada.
Reprimida por las orillas del mundo, tomando terrenos con cada marea, y perdiéndolos al día siguiente, llena de estrellas que se secan en la playa, y sola… completa y absolutamente sola
Él… “el cielo” libre y extenso, un libro abierto en su totalidad, muestra segura de la existencia de dios, e incluso hogar del mismo. Cama de estrellas que nunca parecen secarse, que nunca parecen apagarse, que nunca dejan de deleitarnos. Estrellas que se aprecian incluso varadas en costas lejanas de constelaciones que en la vida escucharemos nombrar…
Él se pregunto por ella… tan varada en su prisión de tierra, y tan libre como para nadar, pero presumió que nunca esta podría entenderlo, que algo tan reprimido como el mar jamás seria feliz.
Fijo su vista hacia abajo, y pudo notar que esta era exactamente su reflejo, he incluso se veía mas tranquila…
Dos cielos en perfecta oposición y orden… ¿porque el mar osaba a mofarse del firmamento?
Pues él insistió en que podía hacer lo mismo, ser exactamente igual al mar e incluso mejorar su bella magnificencia.
Más no… por truenos y rayos en frenesí, el cielo era incapaz de ser tan volátil.
Y lloró, dejando caer sus gotas saladas al mar dulce, haciéndolo salado y frio…
Y sin embargo seguía igual, hermoso y calmado.
El cielo comprendió el error, lo estúpido de su rabieta y lo ilógico de sus celos inútiles… he intento sacar sus lagrimas del mar, pero no podía alcanzarlo…
Y es que jamás y nunca estos podrían tocarse, ni para profanarse de bofetada alguna, ni para el deleite de una caricia sagrada…
Y el cielo siguió llorando y el mar reflejando su rostro, como eternos amantes platónicos cuyo apetito es infinito
Si tan solo el horizonte existiera. Solo en él pueden llegar a tocarse, pero en realidad es solo percepción... Seria demasiado bello.
Eduardo, tú y tus palabras de artilugio, que parece no más que me pelas el corazon como una manzana madura, que al morderla suena deliciosa en los oidos. Me encanta como trabaja tu mente, eres un "genio" de lineas "geniales"
ResponderEliminarY si, es verdad me gustan los vesos con "v"
Y a tu salud y en tu nombre haré una entrada especial en mi blog para explicarte el porque de esta anomalia mia, jeje
Vesos guapo y nos vemos
HOLA EDUARDO
ResponderEliminarSIEMPRE FIEL A TUS AMORES PLATÓNICOS, A SOÑAR CON EL ENCUENTRO EN UN HORIZONTE REAL.
TODOS IDELIZAMOS AL AMOR, ES MARAVILLOSO SENTIR ESA MAGIA, CUANDO TODO EL MUNDO LO VE TAN TERRENAL.
LOS POETAS VEMOS Y SENTIMOS DE MANERA DIFERENTE NO?
BESITOS
Como demasiada bella e impactante es tu entrada...
ResponderEliminarTan cercanos y tan lejos, reflejados, profundos, serenos, como el amor, como ese verdadero amor, intenso, maravilloso, tan difícil de encontrar.
Gracias Eduardo, hoy me quedo prendida en tus letras que como hermosa leyenda nos acaricia.
Abrazos
Como una bella leyenda, así como Alborada, sentí este texto. Y muy romántico.
ResponderEliminarSaludos muchos.