
No hay planes
No hay dudas
Ni caprichos, ni ataduras
Ni cuerpos que nos atraigan
No hay esperma que te fecunde
Ni útero que me acepte
El calor que hoy nos funde
No es ni apasionado ni acorde
Ni se unta cual aceite
Y ahora que estamos vivos
Sabemos que podemos morir
Como la historia, nos contradecimos
Tan solo con existir
Y estoy aquí
Estoy mal hecho
Claustrofóbico y atormentado
Y tú distante con cruz en pecho
Asesinando nuestro pasado
Como extraño el extrañarte
Como si nunca te hubieras ido
Quizás droga alucinante
Ese tenebroso aullido
Que mal que no me recuerdes
Aun con tus cicatrices
Que mal que no me menciones
Al demonio y sus aprendices
No hay tráfico en el aire
No hay guerras que batallar
No hay nadie que me regañe
Ni sangre que derramar
La pérdida de alguien querido puede llegar a ser mas dolorosa que una puñalada, tal vez por que no podemos defendernos de ella ya que en el amor, todo es por sorpresa.
ResponderEliminarMe ha gustado. Y eso que los poemas con tanto arrebato acostumbran a fallar, a parecerse. Este no, almenos para mí. Y das algunas metáforas distintas, que también se agradece.
ResponderEliminarSaludos.