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domingo, 12 de febrero de 2012

Señales


Todo seria más fácil con un par de señales… después de todo y de nada habría que asaltar a la aflicción un poco.

La vida debería tener fecha de caducidad, justo de bajo del lado derecho inferior del corazón, de donde nacen los sueños.

El cerebro una pequeña barra de memoria, para no extralimitar los recuerdos, en medio de el botón de “resetear”

Dios debería tener un manual... la biblia esta de mesiado desactualizada para el siglo XXI y se han inventado unos quinientos centenares de pecados nuevos.

¿Como actualizar el idealismo?

El amor debería tener una palanca de apagado… si, de esas de las que en plenas vías del tren, cuando no podría ir más rápido agita los asientos de los pasajeros advirtiéndoles que la ruta no es la correcta, una vez que todo queda patas arriba por ese brusco estallido de alto… retroceder es solo el comienzo de una nueva jornada.

La nostalgia se auto recarga sola del enchufe del sentimiento gris, la alegría ya no es el orgasmo espontaneo que yacía de mes en mes, y si después de perder, las oportunidades se vieran tan solo un poco mas claras… quizás daríamos la taya a lo que queda de vida.

No es falta de oraciones, ni de fe, es el poco alivio sano que surge del pleno entendimiento del ángel, los pies serian mas inútiles si aprendiéramos a volar ¿y sin pies como aterrizaríamos?
viviríamos en las nubes.

No necesito una llamada que me diga que moriré, ni una señal para detenerme antes de caer, ni un par de golpes para recordarme que estoy vivo.

No necesito un infierno ni un eterno amanecer, ni el perder a quien amo para valorarla como es, no necesito los sueños para despertar, ni despertar para saber que estoy soñando, ni necesito oxigeno artificial proveniente de un tubo, ni las migrañas nocturnas por tanto trabajar, ni la pereza de la tarde cuando me hundo en vaguedad.

Solo están mis letras y la conciencia que poseo, y los intermitentes susurros del amor a orillas del oído, màs la tristeza suficiente para nunca dejar de inspirar… y la alegría acumulada patente de deseos fucsias.

Y un Dios que acompaña aunque nunca le mires la cara, o la simple compañera que sirve mis tasas de tè, y ni el frio que se esfuma atreves de la ventana podrá cortar mis dedos que someten a las teclas.

Esa es la señal que necesito para comenzara escribir…

El susurro del espíritu santo.

4 comentarios:

  1. Unas letras con mucho sentido. Pero necesitamos de todo lo arriba expuesto para que los dedos nunca dejen de escribir.

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  2. Qué bonitas reflexiones Edu, lo malo es que las respuestas no sólo están en ti sino que para colmo van cambiando y no siempre son las mismas.La respuesta es la búsqueda, el cómo vivo yo con mis preguntas... el cómo vives tú con las tuya...Me ha gustado mucho.Un abrazo

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  3. El idealismo está precisamente en ese espíritu, ese que te habla y se agiganta dentro de ti, el que las nostalgias enseñan a seguir y en el reflejo nocturno encuentra su palpitar.

    Un abrazote

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  4. Edu, vengo a dejarte mi siempre saludo, no abandones tus letras, aunque por momentos te sientas abandonado, es precisamente en tu interior que existen las miles de respuestas.

    Mi abrazo

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