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sábado, 31 de julio de 2010

El amor bizarro


El amor bizarro


Después de tanta poesía trucada por refranes inventados, me imagino que una historia de mi vivir tan paralelo a mis escritos seria algo fuera de foco para quien sigue mis intervalos fantasiosos… la verdad me importa un soberano infierno lo que muchos puedan pensar.
Solo necesito cautivarme a mi mismo con mi relato… hace unas noches poco habría imaginado que una pieza tan rara podría alojarse conviviendo entre la gente de esta ciudad asquerosa, una mujer tan loca entre los cuerdos de mis ajuntes… una bizarra figura que me recuerda a mi parte oscura la cual escribe por mi, me pregunte yo mismo si podría prostituir sus pensamientos hacia un completo extraño, era una fiesta común y corriente a las que no suelo asistir… un niño parecía en busca de un amorío nocturno (entrar, tirar y salir) …
Que pena que nunca en mi vida haya desarrollado la agilidad para cautivar a las doncellas clandestinas, pero ni dios ni el diablo podrían tener el atrevimiento para direccionar mis ojos hacia la joven que se asomaba por la puerta. Con su delineador marcando el contorno de su órgano sexual mas potente, esos ojos de amante roja que intoxicaron mis pensamientos.
Encontré lugar posado a su izquierda y me acerque a presentarme como tantas veces lo he hecho ya… ¿que tendría de diferente? La gente hablaba de más como suele pasar en esos casos, pero en realidad nadie prestaba atención a dos personas coqueteando junto a la pista de baile, el alcohol se hizo presente tantas veces esa noche… imagino que el alarde de un hombre buscando conocer mas a una mujer no dejaba mi boca en este caso. Ella era tan hermosa que pocos habrían disputado la decisión de un caballero frente a esa posición… y la noche transcurrió derramando sus instantes sobre nuestros cuerpos ebrios de ideas inconclusas, tal vez en mis ojos ella notaba mi privación por pensar en la mujer a la que decía que amaba hasta esa noche... sin embargo ni un solo reproche brotaba de mi conciencia adormecida, aun hoy no lo dudaría. ¿Y en sus ojos que veía? El placer de conocer a una grotesca asemejasion con un amante... estoy tan perdido en lo que pienso. Estoy tan seguro de mi mismo que esta noche en particular quise aclarar mi mente en la compañía de la ternura.
Lastima que esta no asistió a la fiesta. En su lugar esta figura oscura que me atraía cada vez mas, mientras se vaciaban nuestras copas y nuestros reservados complejos decentes.
A la media noche el alcohol hizo efecto en su bienestar mental… la lleve a descansar a una habitación del edifico… y la acosté en la cama oyendo inconcluencias para el beneficio de cualquier hombre desesperado. Sin poder resistir el impulso natural le dedique un beso a sus labios perfectos… miradla allí… el deseo imaginario que nos inventamos esa noche nos hacia prisioneros de una pación instantánea producto del goce de no estar solos al menos por un rato, nuestros cuerpos se hicieron cada vez mas propensos a culminar la noche con el mundano placer… pero mi deber de conciencia petulante es mas grande que cualquier enganche sexual… a veces suelo ser tan estúpido.
Esa noche solo me dedique al bienestar de esa niña tan especial a la cual había llevado a la cama tan solo a conversar… no dirigí mis intereses a escarbar en su cuerpo tan solo por el respeto que le debo al amor verdadero que me invadía hace unos años… en este mundo de engaños me provoca recelo dedicarme a cautivar a una mujer desconocida, podría esta de hecho ser mi camino al entendimiento de muchos mas sentimientos. Mucho mas profundo es mi interés por la vida y la forma de vivirla. Por ahora estoy tan cansado, no he dormido en dos (2) días... Tal vez fumar un poco, tal vez reír un rato dé fin a esta apatía.
Tal vez llamarla a ella para saber si de alguna forma piensa en mí aun hoy en día. Para saber que no fue un sueño esta estúpida manía.

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